Fundación Bancaja presenta en Sagunto la exposición Blasco Ibáñez. Cronista de la I Guerra Mundial

Fundación Bancaja presenta en Sagunto la exposición Blasco Ibáñez. Cronista de la I Guerra Mundial, una muestra que llega a la Sala de Exposiciones Glorieta con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Blasco Ibáñez, y que estará abierta al público hasta el próximo 26 de agosto. Esta propuesta expositiva reúne 54 imágenes en blanco y negro, y alguna de ellas en color, seleccionadas a partir de las imágenes publicadas en los nueve tomos de la Historia de la Guerra Europea de 1914, escrita por Blasco Ibáñez entre 1914 y 1919, y en los que aparecen fotografías e ilustraciones de grandes artistas como Louis Meurisse, Lucien Jonas o George Scott, que han permanecido en el olvido durante cien años. Las imágenes, reproducidas en alta definición y filtradas para recuperar su textura, luminosidad, contraste y gama, se acompañan de fragmentos literarios de esos mismos tomos que mantienen la escritura y forma literaria original de Blasco Ibáñez, con expresiones actualmente en desuso.

La exposición, comisariada por el guionista, director y productor de cine, Enrique Viciano, repasa cronológicamente a través de las imágenes y los textos los acontecimientos más destacados de este conflicto bélico, así como la visión personal del escritor valenciano, que fue cronista de guerra y nombrado en 1906 comendador de la Legión de Honor de Francia.

Como actividad vinculada a la exposición, el próximo 15 de junio, a las 19 horas, se proyectará el documental El Quinto Jinete. Una visión de la I Guerra Mundial, por Vicente Blasco Ibáñez. La película, dirigida por Enrique Viciano y Rosana Pastor, y producida por Buenpaso Films y TVE con la colaboración de CulturArts/IVAC, relata los vínculos del escritor con la I Guerra Mundial y da a conocer la dimensión internacional de Vicente Blasco Ibañez y su compromiso con la causa aliada.

Junto a la proyección, el próximo 29 de junio, a las 19 horas, Enrique Viciano impartirá la conferencia El fenómeno de los cuatro jinetes del apocalipsis, en la que desgranará el proceso de elaboración de esta novela y sus adaptaciones cinematográficas, además de adentrarse en el contexto cultural de la época y en la vida del escritor.

La muestra se puede visitar hasta el 26 de agosto en la sala de Exposiciones Glorieta de Sagunto con entrada gratuita y en horario de martes a sábado, de 17 a 21 h.

 

Blasco Ibáñez, cronista de guerra

Vicente Blasco Ibáñez es nombrado Comendador de la Legión de Honor de Francia el 11 de diciembre de 1906. La insignia le fue entregada por el presidente de la República francesa, Clément Armand Fallières. Esta condecoración, entre otros méritos, se le otorgó a instancias del Ministro de Bellas Artes, por haber sido declaradas sus novelas como textos de obligada lectura en las cátedras de español de los Liceos de Francia.

El 18 de febrero de 1913 accede a la presidencia de la República Raymond Poincaré. Al volver de Argentina en julio de 1914, Blasco Ibáñez se instala en un hotelito del barrio de Passy, junto a Bois de Boulonge y el 4 de agosto de ese mismo año, tres días después de que Rusia declare la guerra, Blasco Ibáñez inicia los preparativos para convertirse en cronista de guerra. Abraza la causa aliada al estallar la I Guerra Mundial y el 24 de septiembre de 1914, apenas un mes de iniciado el conflicto, comienzan a publicarse en el diario El Pueblo y otros periódicos europeos y latinoamericanos los famosos artículos sobre la guerra: “París, canta”, “París, sonríe”, “Esperando el socorro”.

El 17 de noviembre de 1914 aparece el primer número de la Historia de la Guerra Europea de 1914, publicación semanal profusamente ilustrada que formarán nueve gruesos volúmenes, y que no dejará de publicarse hasta que el 28 de julio de 1919 se firme la paz de Versalles y la rendición de Alemania.

La amistad con el expresidente Fallières, sus buenas relaciones con Théophile Delcasé, periodista y político de la izquierda republicana nombrado Ministro de Asuntos Exteriores al comienzo de la guerra, y su amigo Marcel Sembat, Ministro de Obras Públicas, le permitirán acceder a una audiencia con el Presidente de la República, Raymond Poincaré. Este encuentro se produjo a lo largo de una hora en el Palacio del Elíseo, el 14 de enero de 1915. En sus memorias, Poincaré rememora el encuentro y le califica como “soldado de pluma” al servicio de Francia. En esta entrevista, el presidente Poincaré le dice: “Quiero que vaya usted al frente, pero no para escribir en los periódicos. Vaya como novelista. Observe, y tal vez de su viaje nazca un libro que sirva a nuestra causa”.

Así, el 14 de marzo de 1915, Blasco Ibáñez escribe a sus editores: “Son las 12 de la noche. Dentro de seis horas vendrá a por mí un automóvil del Ministerio de la Guerra. Mañana dormiré en Reims. Lo están bombardeando todos los días.” Al día siguiente, Blasco Ibáñez visita el cuartel general del 5º Ejército en los alrededores de Reims, se entrevista con el general Franchet D´Esperey y acompañado de su secretario inicia un recorrido de tres días por diferentes puntos de la región de Marne.

A partir de este momento, Blasco Ibáñez entra en contacto con los servicios de propaganda franceses, y en particular con el Servicio Fotográfico del Ejército (SPA). En esta época, los beligerantes intentaban convencer a los países neutrales –España y Estados Unidos, principalmente- para que intervinieran en la guerra. La figura de Blasco Ibáñez, que se presentaba como el portavoz de los países hispanófonos, era de gran utilidad. Además de escribir artículos, Blasco Ibáñez daba discursos y conferencias en los que reivindicaba tal posición. En la prensa francesa, algunos periodistas ensalzaron el compromiso del escritor. Podemos citar por ejemplo el artículo publicado en L´Humanité en febrero de 1915 y titulado “Ceux qui défendent les Alliés. L´oeuvre de M. Blasco Ibáñez. En Espagne et Dans l´Amerique Latine”.

Dada su difícil situación económica, entre el 10 y el 23 de octubre de 1915 realiza el traslado del barrio de Passy a la rue Rennequin, 4, cerca de la avenida Wagram. Allí, Blasco Ibáñez comienza a escribir la novela Los cuatro jinetes del Apocalipsis el 22 de noviembre de 1915, que finalizará el 12 de marzo de 1916 publicándose en El Heraldo de Madrid en folletín el 15 de marzo de ese mismo año. Será la primera novela en publicarse durante el conflicto, por eso recibe el nombre de “la novela de la Gran Guerra”.

Pero la guerra sigue siendo un asunto de primer orden, y tras escribir Los cuatro jinetes del Apocalipsis, emprende la escritura de Mare Nostrum publicada en 1918, y Los enemigos de la mujer, publicada en 1919. Ese mismo año, según Publishers Weekly, Los cuatro jinetes del Apocalipsis es el libro más vendido en los Estados Unidos. En 1922, tras el éxito de la película Los cuatro jinetes del Apocalipsis, dirigida por Rex Ingram e interpretada por Rodolfo Valentino y considerada por D. W. Griffith como una de las 10 mejores películas de todos los tiempos, Blasco Ibáñez decide acometer una nueva obra que quedará inconclusa El quinto jinete del Apocalipsis, que anticipa el horror de una nueva guerra mundial y el nacimiento del nazismo.

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