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Otoño. La Granja

Otoño. La Granja, 1907

Ficha técnica

Título
Otoño. La Granja
Año
1907
Autor
Sorolla Bastida / Joaquín
Medidas
81,4 × 106,5 cm
Clase
Pintura
Material
Óleo sobre tela
Soporte
Tela
Serie
Arte de Entresiglos XIX-XX

En el otoño de 1906 Sorolla visitó La Granja (Segovia) por primera vez, de forma fugaz, y quedó decepcionado por no poder pintar sus jardines. Así se lo escribió a su esposa, Clotilde: «Es lástima que el tiempo sea tan fresco y húmedo para pintar los hermosos jardines de la Granja, me voy triste por esto, y más aún porque el otoño, con tanto tono amarillo y los mármoles de las fuentes, debe ser cosa estupenda, en fin, paciencia. Otra vez será».

Esa «otra vez» llegaría en 1907, un año complicado para Sorolla y su familia, ya que comenzó con la convalecencia de María, hija mayor del pintor, que había caído enferma de tuberculosis a finales del año anterior. Para su recuperación, Sorolla decide trasladarse con toda su familia, el 14 de enero a El Pardo, a la finca La Angorilla, propiedad de su amigo Carlos de Urcola. La preocupación por la salud de su hija será lo que haga que Sorolla decida no viajar a Alemania para atender a sus exposiciones en Múnich, Düsseldorf y Colonia, inauguradas a partir de febrero de 1907. El que Sorolla no acompañara a sus cuadros fue sin duda decisivo para el escaso éxito de ventas en Alemania, aunque las exposiciones fueron muy visitadas y las obras admiradas por los artistas. Sin embargo, el año será fructífero para el pintor, ya que aprovechará para trasladarse durante el verano a La Granja, donde María continuará su restablecimiento y el pintor podrá realizar los retratos de los reyes y el príncipe de Asturias, que quería con la intención de que estos cuadros presidieran su siguiente gran exposición internacional, en Londres.

La estancia en La Granja comenzó en julio y terminó avanzado septiembre, lo que permitió a Sorolla volver a contemplar el otoño con sus amarillos, como había comentado a Clotilde en su carta y como plasma en Otoño. La Granja. De los treinta y dos cuadros que Sorolla pinta en La Granja en 1907, al menos dieciséis son paisajes sin figuras, y en algunos de ellos queda patente su fascinación por los tonos otoñales. El entorno era el ideal para desarrollar el paisaje en la obra de Sorolla, que había comenzado a realizar de forma intensa tras sus campañas con su gran amigo y especialista en este género Aureliano de Beruete. Pero además, los meses de Sorolla en La Granja darían paso a una nueva visión del paisaje: la pintura de jardines, a la que Sorolla se dedicará en los años siguientes, sobre todo durante sus viajes a Andalucía. De esta forma, en La Granja Sorolla encuentra un nuevo camino en su pintura, un cambio que se percibe en el óleo que aquí comentamos, donde el jardín de arboleda frondosa del primer plano todavía deja ver las montañas al fondo.

Los cuadros de la campaña estival de 1907 serían mostrados al año siguiente en la exposición de Sorolla en Londres, y los que no se vendieron volvieron a figurar en Nueva York, Búfalo y Boston, ya en 1909. Algunos fueron vendidos en estas exposiciones, pero el cuadro de la Colección Bancaja tiene una historia muy diferente. Sorolla se lo regaló a su buen amigo el doctor Sandoval, al que obsequió con varias obras y de quien hizo cinco retratos, uno de los cuales se conserva en el Museo del Prado y otro en la Hispanic Society of America, donde forma parte de la galería de españoles ilustres. A la muerte del doctor, Otoño. La Granja fue adquirido por Francisco Pons Arnau, discípulo y yerno de Sorolla, para ayudar a la familia del doctor.

Otras obras de la colección

¡Triste herencia!
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